Lejos queda aquella época en la que británicos y estadounidenses dominaban con puño de hierro la categoría reina del Mundial de Motociclismo. Desde la entrada de la categoría de MotoGP en sustitución de 500cc en 2002, el 46% de los títulos han ido a parar a manos de pilotos españoles (3 Jorge Lorenzo, 6 Marc Márquez y 1 Joan Mir), mientras que en el caso de los italianos el porcentaje es algo inferior, con un 36% (6 Valentino Rossi y 2 Pecco Bagnaia). Es decir, 18 de los últimos 22 títulos de la categoría reina han ido a parar a manos de las 2 fuerzas dominantes del motociclismo en el siglo XXI.
Sin duda, son datos demoledores y que demuestran el buen trabajo realizado en estos 2 países, fruto de la gran infraestructura de la que gozan, sin obviar factores ajenos a su control como es el clima, que facilitan la práctica del motociclismo prácticamente en cualquier momento del año. Pero para los propietarios de los derechos comerciales y televisivos del Mundial de MotoGP, y hablando claro, esto es un problema, y no pequeño precisamente a la hora de explotar en términos económicos su negocio. Aún mayor si tenemos en cuenta que 16 de los 22 pilotos de la actual parrilla de la categoría reina son españoles o italianos (73%). Esto no es una excepción en el resto de categorías del Mundial:
- Moto2 => 12 españoles y 3 italianos de un total de 30 pilotos (50%)
- Moto3 => 9 españoles y 6 italianos de un total de 26 pilotos (58%)
Dorna es consciente de ello y fruto de esta situación ha creado, durante la última década, copas de talentos en regiones con menor nivel y cantidad de pilotos, como es el caso de la Asia Talent Cup, la British Talent Cup o la Northern Talent Cup, además de la creación de los “Junior Team”, que tratan de dar cabida y, en algunos casos, financiar la llegada de jóvenes talentos de estas regiones al Campeonato del Mundo, potenciando sus habilidades y profesionalizando al máximo sus carreras deportivas en el FIM JuniorGP.
Pero, aún así, todos estos esfuerzos parecen ser pocos. De hecho, hay un dato demoledor y es que, a pesar de que el FIM JuniorGP, paso previo al Mundial de Moto3, tan sólo cuenta con 5 españoles permanentes en la presente edición de la categoría, el número más bajo desde que es considerado “Campeonato del Mundo”, todos ellos están en el top 7 del campeonato tras haber cruzado el ecuador de la temporada. Circunstancia similar ocurre en la Red Bull MotoGP Rookies Cup, con 3 de los 4 españoles entre los 4 mejores del campeonato a falta de 3 pruebas para que concluya la presente campaña.
¿Y CÓMO SE SOLUCIONA ESTE PROBLEMA? En una entrevista realizada recientemente por Manuel Pecino en su canal de YouTube a Carmelo Ezpeleta, el CEO de Dorna Sports sugirió una fórmula que chocaría frontalmente con el espíritu de MotoGP, estableciendo un límite de pilotos por nacionalidad: “A los Juegos Olímpicos van tres americanos. Si tú eres el cuarto americano y tu marca es mejor que la mayoría de todos los demás, igualmente no vas. El Campeonato del Mundo es un Campeonato del Mundo. No puede ser coger a un español por razones comerciales. Nadie nace bueno, pero algunos tienen mejores medios o otros peores”. Veremos si Liberty Media, empresa norteamericana que anunció la compra del Mundial de MotoGP a comienzos de este año, es partidaria de aplicar fórmulas de este estilo o fomentar mediante otros formatos la ampliación del espectro de países participantes en el Campeonato del Mundo de MotoGP.
Muchas han sido las fórmulas que se han implementado para tratar de paliar esta situación a lo largo de los últimos tiempos, pero sin mucho éxito. Cada vez es más habitual ver a pilotos de diferentes nacionalidades establecer sus residencias en España para crecer en los diferentes campeonatos nacionales, desde la MIR Racing Finetwork Texking Cup, para adaptarse al entorno competitivo y crecer junto a los jóvenes talentos con mayor nivel del mundo. Quizá el camino para tener una mayor variedad de nacionalidades en la élite del motociclismo, a medio/largo, pasa por aquí, pero lo que parece evidente es que MotoGP seguirá teniendo, y durante mucho tiempo, un importante sabor español e italiano.
FOTOGRAFÍA: Gresini Racing // EL País // MotoGP